Las Soft Skills en la Ceremonia del Oscars

La historia la conoces porque está en boca de todos: El maestro de ceremonias hace una broma de pésimo gusto sobre una condición física de la esposa de un actor y este se pone de pie, va hacia el escenario y le propina una tremenda bofetada al primero.

Inmediatamente, medios de comunicación y redes sociales estallan. Surgen de aquí y de allá defensores y oponentes del agresor con distintas posturas sobre si la reacción fue adecuada o no, si los motivos fueron suficientes o escasos, sobre si fue parte del guión del show o si fue espontáneo, entre muchas otras facetas del tema.

Explicaciones de la bofetada en la ceremonia de los Oscar

En general, los defensores del uno argumentan que por ser un hombre enamorado, resulta totalmente justificado el que haya acudido en defensa de su Dulcinea en peligro. También se ha podido escuchar el argumento de que los ataques disfrazados de humorismo en contra de su esposa tienen antecedentes recientes (otra actriz habría mencionado otro tema difícil relacionado con ella en tono jocoso, en otro evento). Por ello, el desacertado comentario del humorista/maestro de ceremonias habría sido la gota que colmó el vaso de la paciencia del esposo doliente.

Los más fieles seguidores de autor de la bofetada esgrimen otro argumento que suena bastante lógico: Su libro autobiográfico narra entre otras, la historia del maltrato que usualmente infringía el padre de Smith a la madre de este y el temor que sentía cuando niño de salir en su defensa, lo que luego se convirtió en la extraña autoconvicción de que era un cobarde incapaz de defender a sus seres queridos. Esto, con el paso del tiempo se convirtió en un objetivo de vida: Fortalecer su voluntad (Will significa también “Voluntad” en Inglés) para salir a defender a sus seres queridos y no quedarse conforme frente a agresiones de terceros.

Desde esta perspectiva, el hecho que el mundo presenció la noche de los Oscars, habría sido una reacción completamente explicable: La agresión de Rock, habría servido como “gatillo” emocional para despertar en Smith los recuerdos de las escenas de su padre agrediendo a la madre y la furia sentida por aquel al no ser capaz de defenderla, por lo que habría actuado en una suerte de “estado emocional” que resultaría justificando su conducta.

En la otra esquina, para usar la terminología propia de los encuentros de boxeo, están quienes asumen la defensa de Rock diciendo que se trataba tan sólo de una broma; que ello es un recurso frecuente que todo comediante especializado en “Stand Up Comedy” (Interactuar con el público aludiendo satíricamente a características de estos) y que por lo tanto, no hay motivo para dramatizar tanto sobre el asunto; pasando por consideraciones de otros que señalan que el comediante tiene abiertas las puertas para denunciar penalmente al agresor.

La falta de Soft Skills en los Oscars

Mi intención aquí no es entrar a definir quién tuvo la razón en este altercado, sino apenas ayudar dentro de mis pobres posibilidades, a entender mejor lo ocurrido desde la perspectiva que nos es familiar a ti y a mi: El mundo de las habilidades blandas. En efecto, las actuaciones de ambos se explican mejor desde el punto de vista de la falta de algunas de dichas habilidades y paso a explicarme en mayor detalle de inmediato.

Antes de ello quiero dejar claro aquí que las conductas de ambas protagonistas del incidente me parecen cuestionables, por lo que aquí no estoy tomando partido por ninguno de los dos. Simplemente utilizo las conductas de ambos para evidenciar -una vez más- como el estar debidamente entrenado en el uso de habilidades blandas o soft skills nos puede no solamente ayudar a relacionarnos mejor con quienes nos rodean, sino también, evitarnos episodios bochornosos como el que analizamos aquí.

Empecemos analizando la actuación del maestro de ceremonias desde la perspectiva de las Soft Skills:

Comunicación empática

En los procesos de comunicación entre los seres humanos, la empatía cumple un rol fundamental. La comunicación empática implica comprender profunda y completamente a las demás personas, y de este modo, ser capaz de “sentir” del modo como otros lo hacen. Y para lograr una comunicación empática y efectiva primero hay que escuchar y luego comprender a las personas que tenemos delante. Stephen R. Covey, lo propone de este modo: “La comunicación empática permite ver las cosas a través del marco de otras personas y así comprender lo que sienten”.

Resulta evidente en este caso, que el Sr. Rock no fue capaz de identificar el modo como se sentía la esposa de Smith con la condición que la obligaba a llevar el cabello rapado. Tampoco pudo darse cuenta de lo que Smith sentiría frente a una agresión en público a la esposa, dados los antecedentes explicados por él mismo, en el libro de su autoría que hemos mencionado líneas arriba.

La comprensión del mensaje que alguien nos da – en este caso la pareja Smith – requiere que manejemos dos modos de comprender: el modo intelectual y el empático. Solo de este modo percibiremos correctamente la manera como nuestro interlocutor se siente respecto de algo tan delicado en Hollywood como estar perdiendo el cabello. Rock ni siquiera intentó hacerlo y soltó su “broma” con los resultados que todos vimos.

Respeto

El respeto es un valor y una cualidad que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa.

La palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’, ‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto. El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. El respeto debe ser mutuo y nacer de un sentimiento de reciprocidad.

Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades.

En el presente caso, por más que se trate de un comentario humorístico, el autor del mismo debió tener en cuenta que hacer sorna de una condición física no es precisamente un acto que demuestre respeto. Para tenerlo más claro, lo que hizo el señor Rock es equivalente a hacer escarnio público de alguien que tiene síndrome de Down, que ha perdido una pierna o que sufre de obesidad mórbida. Simplemente inaceptable.

Las relaciones interpersonales tienen que basarse en el respeto incondicional a los demás, sin importar género, clase social, raza, situación económica, religión o cualquiera otra cosa.

Veamos ahora el tema desde el lado del autor de la bofetada:

Resiliencia/Control de emociones

El control de emociones es la habilidad que te permite mantenerte en tus cabales incluso en situaciones de gran presión. Cada vez que hay situaciones imprevistas que son potencialmente amenazadoras, las personas resilientes utilizan su “caja de herramientas” para evitar que las emociones (negatividad, ira, frustración, etc.) les afecten y les impidan prestar adecuada atención a la situación y comprometan su comportamiento eficaz.

Seguramente todos hemos conocido a personas en permanente estado de ansiedad, que explotan de ira ante la situación más ínfima o que van por el mundo viendo solamente el lado oscuro o negativo de la misma. Ninguno de nosotros disfruta de la compañía de personas de este tipo, no solamente parecen ser capaces de “absorber” tu buena vibra y destruirla, sino que además, dado que las emociones son contagiosas, terminan invadiendo tu ánimo con negatividad, ira o ansiedad. Es de gran importancia tener la capacidad de procesar adecuadamente tus emociones y de reaccionar del modo adecuado frente a los estímulos externos y claramente, nuestro querido Sr. Smith ha demostrado que necesita seguir trabajando en este aspecto.

Asertividad

Lo he mencionado en varios lugares ya: Las personas carentes de habilidades de asertividad creen que solo existen dos maneras de resolver conflictos con terceros: O ser sumiso y simular que la agresión no ha ocurrido; o ser agresivo y brutal para “destruir” a la persona con la que tenemos diferencias. Queda perfectamente claro que el autor de la bofetada forma parte del segundo grupo de personas, o al menos, que la falta de control emocional lo hizo decantarse por ese lado. El desarrollar la habilidad de la asertividad permite precisamente “defender” nuestros derechos sin vernos en la necesidad de faltar el respeto a los demás o de responder con violencia física o moral.

Si quieres conocer más sobre estos temas, te recomiendo visitar mi página en Udemy y revisar cursos como “Soft Skills para recuperarte: Tus primeros Superpoderes”, “Soft Skills para resolver conflictos” o “Soft Skills anti-manipulación” en los cuales tratamos en detalle varios de los temas aquí incluidos. ¡Allí te espero!

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