¿Sabes cómo evitar manipuladores?

¿Sabes cuál fue la habilidad fundamental de cierto líder de un partido político, gracias a la cual pudo poner a medio mundo de cabeza durante más de 10 años? No sé si te convenga aprenderla, pero por lo menos estoy convencido de que te va a resultar de gran provecho estar prevenido para cuando otros quieran utilizarla en tu contra.

Para entender el tema a cabalidad, tenemos que hacer un viaje al pasado así que acompáñame a la Europa de inicios del siglo XX; más específicamente al momento en que un nacionalista serbio mata a balazos a Francisco Fernando, Archiduque Austrohúngaro y a su esposa, en Sarajevo (Hoy capital de Bosnia) en junio de 1914.

Tan grave fue este evento que desencadenó la Primera Guerra Mundial; originalmente un conflicto entre el Imperio Austrohúngaro, Serbia y Rusia, pero que rápidamente involucró a varios otros países, entre ellos a Alemania (Aliada de Austria Hungría), quien quiso jalar agua para su molino atacando a Francia y Bélgica, pero todo le salió muy mal.

El surgimiento de un gran manipulador

Cuento corto, Alemania fue la gran derrotada del conflicto y el tratado de paz firmado al término de esta, impuso severas condiciones económicas y humillaciones a Alemania, quien quedó como la “última rueda del coche” en el concierto de naciones de su época al tiempo de someterla a enormes penurias económicas.

Este es el momento en que Adolf Hitler aprovecha la coyuntura para hacerse de todo el poder y la adoración de grandes sectores del pueblo alemán.

En un muy elemental resumen de los principales argumentos utilizados por Hitler y su equipo propagandístico para hacerse de todo el poder, se cuentan:

  1. Considerar a las instituciones de gobierno de Alemania como entidades caducas que vergonzosamente se pusieron de rodillas frente a los vencedores de la guerra y luego de ello desactivarlas y tomar todo el poder en sus manos.
  2. Declarar que el pueblo alemán (terriblemente golpeado y humillado por la crisis económica de postguerra) es la “raza superior”, para así levantarle los ánimos;
    inventarse “enemigos externos” que solo buscan mantener en estado de postración a Alemania para impedir su progreso… Y poco más.

Gracias a estas ideas, una elocuencia incendiaria y una maquinaria operativa y propagandística muy eficiente, pudo centralizar todo el poder en sus manos, lograr niveles de aceptación increíbles en su país, armarse hasta los dientes y lanzarse a la aventura de la segunda guerra mundial.

Pero volvamos a los tres argumentos centrales de Hitler: Caducidad del sistema político alemán, raza superior y enemigos externos. ¿De qué estamos hablando? De refinados mecanismos de manipulación mental.

¿Qué es eso? De acuerdo con los especialistas, la manipulación mental se produce cuando un individuo o grupo de individuos ejerce una toma de control del comportamiento de una persona o de un grupo, utilizando para ello técnicas de persuasión o de sugestión mental, en busca de eliminar las capacidades críticas o de autocrítica de la persona, esto es, su capacidad de juzgar o de rehusar informaciones u órdenes mentales.

Para ser un manipulador experto, la persona que aspire a serlo necesita cumplir con tres requisitos, de acuerdo a lo que nos indica Jake Goleman en su libro “Psicología Oscura y Manipulación” (1):

  1. Poder ocultar su conducta agresiva y sus intenciones para con sus víctimas.
  2. Saber reconocer las vulnerabilidades de sus víctimas y así encontrar las tácticas más efectivas para ganarlos para su causa.
  3. Tener determinados niveles de crueldad que le permitan no sentirse incómodo si tiene que dañar a alguien para conseguir lo que desea.

Tácticas de Manipulación

¿Cuáles son algunas de las tácticas que con mayor frecuencia utilizan los manipuladores expertos para conseguir lo que se proponen? Aquí te voy a comentar algunas de las más notables:

  1. Mentiras: Sean estas explícitas, implícitas o a través de medias verdades: En el caso de Hitler, eso de “enemigos del pueblo alemán” (judíos, comunistas, socialistas, gitanos, liberales, entre otros), obviamente no resiste el menor análisis. Se trata de fábulas inventadas con la finalidad de adoctrinar al pueblo y unirlo en una causa común.
  2. Intimidación: Si el enemigo inventado al que nos hemos referido en el punto anterior representa una amenaza concreta (cierta o de fantasía), mucho mejor, pues de esa manera el manipulador logrará que la víctima se mantenga siempre a la defensiva y de esa manera asegurarse de tenerlo de su lado siempre, por temor de lo que dicho enemigo pueda hacerle.
  3. Seducción: Se trata aquí de conseguir que la víctima baje la guardia. Que se sienta en “buenas manos” de alguien que la valora y la aprecia, aún más allá de sus verdaderos merecimientos. En este caso, resulta más que evidente que eso de la “raza superior” era una hábil estratagema para levantar la moral del alicaído pueblo alemán (que sufría la derrota de la primera guerra, la perdida de vastos territorios y también la enorme carga económica de las sanciones impuestas por el Tratado de Versalles) y ganarlo para la causa Nazi. Eran los Nazis los únicos que iban a reconocer esa supremacía e iban a lograr restituir lo que el pueblo alemán había perdido.
  4. Crear ilusiones: No se trata solamente de mentir. Muchas veces es muy importante también tener la capacidad de crear escenarios maravillosos en la mente de la víctima para que de esa manera tener más éxito en el logro de su objetivo final. Hitler hizo una enorme inversión económica (a costos de incrementar el déficit fiscal alemán) para modernizar la infraestructura alemana, desarrollar armamento y crear empleo para grandes sectores desplazados. Ello ayudó a hacer tangible la idea de Alemania como primera potencia mundial en la mente de las víctimas de la manipulación.
  5. Sustituir reflexión por emoción: Nadie en el régimen Nazi estaba interesado en que el pueblo alemán reflexionara sobre la viabilidad del proyecto. El objetivo era emocionar para seducir mentes inconscientes. Es por ello que en el régimen Nazi adquiere una importancia suprema Joseph Göbbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich y una de las personalidades más influyentes del régimen nazi, quien tenía a su cargo toda la actividad proselitista orientada a emocionar al público: marchas, desfiles, actos deportivos, concentraciones políticas, emisiones radiofónicas, apariciones y discursos del Führer… Todo estaba diseñado para conseguir el máximo efecto e impresión en las víctimas de la manipulación.

Evitando ser manipulado

¿Cómo podemos resistirnos a estas armas que parecen ser tan efectivas y que logran tan sorprendentes avances en cada vez que alguien los pone en práctica? Obviamente, no corresponde que hablemos aquí de como los pueblos pueden evitar ser manipulados. Nos referiremos a lo que cada uno de nosotros puede hacer, sin perder de vista que si muchas personas sabemos como no ser víctimas de manipulación, evitaremos que como colectividad, caigamos en manos de pseudo líderes manipuladores. Tomemos algunos consejos del blog “Bright Side” que me parecieron interesantes.

  1. Conocer tus derechos y defenderlos. Todos tenemos derecho a ser tratados con respeto, a expresarnos libremente, a tener opiniones diferentes, a no requerir de la aprobación de otros, a estar equivocados, entre otros varios. Solo quien se hace experto en la defensa de estos derechos puede resistirse a la enorme presión que normalmente ejercen los manipuladores.
  2. Guardar distancia: Usualmente, los manipuladores actúan con rostros diferentes frente a personas diferentes y en situaciones diferentes. Algunos manipuladores psicológicos tienden a vivir habitualmente en los extremos, siendo muy educados con un individuo y completamente rudos con otro, o totalmente indefensos en un momento y ferozmente agresivos en el siguiente. Cuando observes este tipo de comportamiento de un individuo de forma regular, mantén una distancia saludable y evita interactuar con la persona a menos que sea absolutamente necesario.
  3. No te lo tomes de modo personal: El principal objetivo del manipulador es buscar y explotar tus debilidades, por lo que de seguro con frecuencia delante de este te sentirás inadecuado, o incluso te culpes por no satisfacer al manipulador. En estas situaciones, es importante recordar que tú no eres el problema; simplemente estás siendo manipulado para sentirte mal contigo mismo, para lograr que renuncies a tu poder y tus derechos. Mantén un monitoreo constante sobre tus emociones y reacciona si te sientes atacado por sentimientos de culpa que son indebidos.
  4. Usa el tiempo a tu favor: Siempre que recibas presiones para hacer algo “ahora mismo”, ponte a pensar que puede ser que tengas a un manipulador experto delante. En esos casos, en lugar de responder a la solicitud del manipulador de inmediato, considera aprovechar el tiempo en tu favor y distanciarse de su influencia inmediata. Quizá la forma más efectiva de hacer esto es decirle: “Lo voy a pensar”.

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