¿Cómo evitar que la timidez afecte tu comunicación?

Para una especie social como nosotros, que ha construido todo nuestra civilización sobre los hombros de nuestra capacidad de relacionarnos y colaborar con los semejantes, resulta más que evidente que la comunicación interpersonal es probablemente una de nuestra capacidad más importante. De hecho, la buena comunicación opera como el lubricante que permite que todo el resto de piezas de nuestra maquinaria social funcione adecuadamente.

Cómo será de importante que hasta el Antiguo Testamento utiliza una alegoría relacionada con la comunicación -o mejor dicho, con la falta de ella- para graficar una situación en la cual un grupo de personas se vieron imposibilitados de continuar un proyecto ambicioso pero inconveniente por no poderse entender entre ellos: “La Torre de Babel” ¿Te acuerdas?

Debido a esta importancia, resulta fundamental que trabajemos activamente en evitar todas las barreras que frecuentemente se nos presentan y que impiden que nuestro proceso de comunicación fluya adecuadamente.

Pues bien, en nuestro plano psicológico hay tres barreras que afectan especialmente la calidad y efectividad de nuestra comunicación: La timidez, la ansiedad y la Inseguridad. En esta oportunidad hablaremos de la primera de ellas: La timidez

La timidez y la comunicación

La timidez, definida como el temor de poderse expresar adecuadamente, quiere decir que la persona que la padece no puede dar a conocer los temas que tiene en mente a los demás o incluso a alguien en particular.

¿Recuerdas a Rajesh de The Big Bang Theory?. Exactamente así.

La timidez es la culpable de que una persona no pueda ponerse al frente de otra (una o varias) y ser capaz de establecer una comunicación fluida con ella o ellas.

Puede tener su origen en varias posibles causas:

  • Inadecuadas habilidades de nuestros padres: Cuando los padres muestran una permanente negatividad respecto de las acciones u opiniones de sus niños, o cuando el niño ha recibido menor apoyo que a otros miembros de la familia.
  • Baja autoestima: esto es cuando la persona no cree lo suficiente en sí mismx o en sus capacidades. Ello normalmente ocasiona que esté menos dispuestx a interactuar con otras personas.
  • Hay un factor interesante que se relaciona con la timidez: El número de hermanos. Los hijos o hijas únicas tienden a tener una menor confianza en sí mismos que quienes tienen varios hermanos. Ello es evidente si lo miramos desde la perspectiva de la lucha por los recursos. Cuanto más gente, más complicado conseguir lo que haga falta, pero mejor forja el carácter.

Pues bien, estos tres trastornos se constituyen en barreras a la comunicación adecuada que necesitamos erradicar si deseamos lograr ser capaces de relacionarnos mejor con las personas que nos rodean, conseguir nuestros propósitos y en general, vivir una vida más feliz. Las soluciones a estas tres barreras son muchas, pero aquí vamos a mencionar solo algunas de las principales.

Cómo trabajar nuestra timidez

No todas las soluciones sirven para todos. Algunas personas -por ejemplo- son capaces de vencer su temor a hablar en público, utilizando el “truco” de imaginar que toda la audiencia está desnuda. Así logra dejar de preocuparse de sus propios temores y enfoca su atención en elementos externos.

Pero esto quizás no le funcione a todos, aunque te animo a que lo pruebes. Si no marcha, puedes hacer una o más de las siguientes cosas:

  1. Habla menos, escucha más
    Cuanto menos hablan las personas es más probable que mantengan una debida coherencia entre sus argumentos y por lo tanto las oportunidades de avergonzarse por algo impropio que se dijo disminuyen. Si eres una persona tímida, ocupa tu tiempo más en escuchar que en hablar.
  2. No prestar atención a lo que otras personas piensan o dicen de ti
    Lo que importa al fin y al cabo es tu propia opinión sobre ti mismx. Dejar de prestar oídos a rumores y críticas hace que mantengas tu autoconfianza en mejores niveles
  3. Perdonar nuestros errores del pasado
    Sobre todo aquellos que se refieren a haber “metido la pata” enfrente de terceros. La clave aquí es aceptar que sucedieron, ejercer la compasión con unx mismx y dejarlo ir. No tiene ningún sentido estarlo recordando a cada paso. Procura aprender del pasado y así evitar que te siga dando problemas en el futuro.
  4. Ten muy claras cuáles son tus fortalezas y tus debilidades
    Esto te ayuda a saber qué temas debes evitar y en cuáles debes incidir durante una conversación. Ten en cuenta siempre que tus fortalezas son las áreas que te permiten mostrar tu máximo potencial y las debilidades son las áreas en las que debes trabajar

Pues entonces, ya lo sabes. No tienes por qué resignarte a pensar que debido a tu timidez no puedes interrelacionarte al más alto nivel y comunicarte de manera efectiva con quien te propongas. Pon en práctica estos consejos y empieza a recorrer el camino que te va a llevar a convertirte en quien siempre soñaste ser.

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Escrito por Francisco Grillo Arciniega

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