5 consejos para mejorar tu autoconcepto y tener éxito emprendiendo

Antes de comenzar, te pido que puedas responder a las siguientes preguntas:
- ¿Quién eres tú?
- ¿Qué te hace ser esa persona que defines como “tú”?
Pues bien, las respuestas a estas preguntas pueden ser de muy distinto tipo.
Hay algunas personas que responden diciendo: “Soy una madre” o “Soy un abogado”, o tal vez, “Soy un creyente”, “Soy un buen amigo”, “Soy un hermano”. Se trata de personas que consideran como parte central de su autodefinición el rol que cumplen en la sociedad.
Algunas otras personas tal vez respondan con: “Soy excelente en mi trabajo”, “Soy un músico consumado” o “Soy un atleta exitoso”. Se trata de gente que se define a sí mismx en función de las cosas que logra.
Otras respuestas pueden caer en la categoría de los rasgos que las distinguen: “Soy una persona de buen corazón”, “Soy inteligente y trabajador” o “Soy relajado y tranquilo”. Se trata de personas que tienen muy en cuenta las características de su personalidad.
Sin importar el tipo de respuesta que hayas escogido, es importante tener en cuenta que ella proviene de tu propio sentido interno, del concepto que tienes de ti mismx. Este sentido se desarrolla temprano en la vida, aunque a lo largo de tu vida, lo estás siempre evaluando y ajustándolo, para que refleje de la mejor manera posible el momento que vives y el lugar al que has llegado. Los psicólogos llaman a esto el Autoconcepto.
¿Qué es el autoconcepto?
El autoconcepto es una idea general que tenemos sobre quiénes somos: física, emocional, social, espiritualmente y en términos de cualquier otro aspecto que consideramos integrante de nosotros mismos. Lo formamos a lo largo de la vida, a partir de lo que conocemos de nuestra especial forma de ser.
Roy Baumeister (1) quien es un importante investigador del tema, define el autoconcepto como:
“La creencia del individuo sobre sí mismo, incluidos los atributos de la persona y quién y qué es”.
Una definición similar proviene del artículo de Rosenberg (2) sobre el tema; él dice que el autoconcepto es:
“… la totalidad de los pensamientos y sentimientos de un individuo que se refieren a sí mismo como un objeto”.
El autoconcepto está relacionado con varios otros constructos del “yo”, como la autoestima, la autoimagen, la autoeficacia y la autoconfianza.
Pero no es nuestro propósito aquí volvernos expertos en temas relacionados con las ciencias psicológicas. Lo que queremos es poder entender de qué manera esta idea nuestra puede tener impactos positivos o negativos cuando echamos a andar un emprendimiento.
Autoconcepto y emprendedores
La gran mayoría de la gente de negocios se enfoca en tácticas para tener éxito: estrategia, marketing, ventas y sistemas. Sin embargo, después de hacer esto mucho tiempo, a menudo todavía se quejan de que no han logrado lo que esperaban. ¿Hay algo más en lo que necesiten trabajar para tener éxito a un alto nivel en los negocios? Definitivamente: necesitan trabajar mejor su autoconcepto.
Durante unos años fui profesor en el taller “Plan de Negocio” de un Programa de Postgrado de una importante universidad de mi país. El taller tenía como propósito asesorar a los estudiantes en la elaboración y sustentación adecuada de su plan de lanzamiento de un emprendimiento. Por lo tanto, revisamos toda la teoría clásica y las más modernas herramientas de negocios, aplicadas a cada uno de los casos que ellos estaban trabajando.
Muchos de los trabajos obtuvieron calificaciones de excelencia al momento de ser presentados ante los jurados especializados. No obstante ello, ninguno de dichos proyectos se convirtió en un negocio real.
¿Qué fue lo que ocurrió?
En mi opinión, que el emprendedor sea un experto en el manejo de todas las variables técnicas y estratégicas de un negocio, solamente le va a permitir llegar hasta un punto específico en su camino al éxito.
No avanzarás mucho más si estás siendo retenido por sentimientos internos de no merecer el éxito empresarial o no sientes que eres lo suficientemente bueno personalmente para lograrlo.
¿Por qué? Por una razón obvia: Nuestro autoconcepto afecta nuestro desempeño en el trabajo. Los expertos le llaman el “Efecto Pigmalión” que es una suerte de profecía de autocumplimiento. “Si crees que estás vencido, lo estás” solía decir Charles Baarnard. Es decir, si no nos creemos capaces de hacer algo bien sino apenas de forma mediocre, así lo haremos.
Y los ejemplos abundan. Sólo para tenerlo claro:
- Queremos hacer una presentación ante un cliente potencial y como no nos sentimos realmente preparados para obtener la cuenta, hacemos una cosa muy “por cumplir” que no logra causar una buena impresión.
- Necesitamos darle un giro estratégico importante a la compañía, para hacerla más competitiva y cercana a los clientes. Pero como no creemos que en realidad ello vaya a funcionar, lo hacemos tímidamente y fracasamos.
- Estamos elaborando un presupuesto de ingreso para el próximo año y aceptamos un nivel medio de crecimiento cuando deberíamos aspirar a un aumento récord.
Hay cientos de formas en que nuestro progreso se ve obstaculizado por cómo nos sentimos con nosotros mismos en el fondo. Y no le asignamos valor suficiente a un factor que puede convertirlo en un mejor emprendedor, hacerte más feliz y aumentar tus posibilidades de éxito: El autoconcepto positivo.
Cuando recién estás comenzando, puede ser difícil tener confianza como emprendedor. Probablemente te preocupe que no todo salga bien. Es posible que ni siquiera tengas la confianza suficiente para contarle a la gente sobre tu negocio. Sin embargo, desarrollar un autoconcepto positivo para así generar confianza es crucial tanto para tu salud mental como para el éxito general como emprendedor.
Las personas que no tienen confianza pueden verse arrastradas por la duda y el miedo. A veces, es lo que se llama el síndrome del impostor: No te sientes capaz de hacer lo que realmente puedes.
Sin embargo, si trabajas tu autoconcepto puedes ver que tu confianza incrementa y ello puede tener impactos muy positivos en tu sensación de bienestar. Con el tiempo, puede aumentar lo que eres capaz de hacer.
Las personas que tienen confianza obtienen una variedad de beneficios:
- Más felicidad en general
- Autoestima positiva
- Menos estrés
- Más capaz de recuperarse después de una falla
Mejorando nuestro autoconcepto
Como todas las habilidades blandas, la del autoconcepto positivo es una que puede ser aprendida y si es adecuadamente practicada durante un tiempo suficiente, se convertirá en un nuevo hábito y un nuevo modo de ver el mundo. Usualmente, la falta de un autoconcepto positivo está fuertemente asociada a una actitud excesivamente crítica con uno. Por ese motivo, el usar una mirada más realista con lo que hacemos y conseguimos, suele ser una clave importante para mejorar la manera cómo nos evaluamos.
A continuación, te comparto cinco consejos prácticos que pueden ayudarte a mejorar y por consiguiente, a que tu emprendimiento avance sobre bases más sólidas:
- Cree en tus habilidades: Siempre es más fácil enumerar nuestros errores, pues creemos que de esa manera podremos corregirlos y evitar que nos vuelvan a ocurrir. El problema con ello es que olvidamos llevar una debida cuenta de las cosas que hacemos bien. A lo largo de tu vida, de seguro que tienes cantidad de cosas importantes que has conseguido. Dedica parte de tu tiempo a recordarlas y registrarlas: ¿Has tenido éxito con alguna actividad académica?, ¿Has logrado sobreponerte a dificultades?, ¿Eres bueno convenciendo a las personas?, ¿Tienes olfato para las ventas?. Pueden ser muchas cosas por el estilo. Tómate el tiempo de anotarlas y revisarlas con frecuencia, relaciónalas con lo que deseas conseguir; sobre todo cuando sientas que las cosas no marchan bien.
- Desarrolla redes: Todos necesitamos tener soporte emocional, especialmente cuando nos adentramos en territorios desconocidos como los de un nuevo emprendimiento. Para ello, estar cerca de personas con conocimiento, experiencia y disposición para darnos su punto de vista o algún consejo que necesitemos, es muy importante. Recuérdalo siempre: Tu modo de ver las cosas nunca es el único modo. Tener a mano un punto de vista diferente nos puede ayudar a encontrar nuevas salidas a viejos problemas. ¡Yo puedo ayudarte con este punto, sólo háblame a hola@theskillsdude.com!
- Acepta los cambios: Uno de los problemas más frecuentes que se tiene, sobre todo en etapas iniciales del emprendimiento, es verificar que las cosas no marchan como pensamos o el entorno sobre el que habíamos hecho nuestros planes, sufrió una variación radical. Es muy ineficiente perder el tiempo lamentándose de ello. Mucho más productivo es estar siempre mentalmente preparado a que los cambios pueden ocurrir en cualquier oportunidad y que lo que yo tengo que tener listas son mis habilidades para encontrar nuevas salidas.
- Desarrolla tus habilidades para resolver problemas: Este concepto está muy vinculado al anterior. Hay muchas técnicas disponibles que puedes utilizar para acostumbrarte a resolver problemas y de esa manera, estar realmente preparado para cuando tengas que replantear las cosas que no están marchando como deben. Entre dichas técnicas destacan el pensamiento lateral, la estrategia de los “5 por qué”; los diagramas de causa efecto, entre muchos otros. La idea aquí es familiarizarte con dos o más de ellos, para usarlos con facilidad llegado el caso. En la medida en que descubras que puedes resolver problemas con facilidad, tu autoconfianza va a mejorar y lo mismo sucederá con tu autoconcepto.
- Proponte metas adecuadas: Me refiero a los famosos “Quick Wins” o ganancias rápidas. Si por ejemplo al inicio de tu emprendimiento te estás proponiendo algo enorme, así como “Ser el líder indiscutido de la industria al final del primer año”, pues obviamente eso es una valla alta que es complicada de alcanzar y el no lograrlo te va a afectar en la manera como te defines. Por el contrario, usar metas más cercanas y alcanzables aunque desafiantes, te va a permitir estar satisfecho por llegar a ellas y sentirte estimulado para ir por la siguiente etapa. Ejemplos de “Quick Wins”: “Tener lista la pasarela de pagos de mi web de aquí a tres meses”; “Desarrollar dos nuevos productos que pueda yo vender antes del fin del semestre”; “Desarrollar una campaña de publicidad para aumentar mi presencia de marca este mes”. A medida en que lo vayas logrando, no solo tendrás cosas que anotar en tu lista de éxitos del punto 1, sino que tu autoconcepto como “Emprendedor que logra cosas” se verá incrementado positivamente.
Trabaja en estos consejos y cuéntame cómo te va en el camino de mejorar tu autoconcepto y lograr que ello te ayude a sacar adelante tu emprendimiento. Si quieres más ideas y planes sobre cómo las soft skills pueden ayudarte a alcanzar tus sueños, visita la sección de CURSOS. Tengo mucho contenido de valor para ti que estoy seguro te va a servir.
Escrito por Francisco Grillo Arciniega
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